Escapando de la Crítica
Pere Borrell del Caso (1835-1910)
Este cuadro nos podría servir como emblema de aquellos momentos más desesperados, en los que solo queremos huir …desaparecer… y que, nos trague la tierra…
Ataques de Pánico según el DSM IV: Síntomas y Tratamiento
Síntomas Ataques de Pánico: ¿Qué es un Ataque de Pánico?
El DSM IV (Manual de diagnóstico y estadístico de desórdenes mentales) define los ataques de pánico como episodios de miedo intenso que ocurren de forma repentina y que pueden alcanzar su máxima intensidad en los primeros 10 minutos. Los síntomas de ataques de pánico o ataques de pánico síntomas son múltiples y variados, y para ser diagnosticado como tal, el episodio debe presentar al menos cuatro (o más) de los siguientes síntomas que comienzan de manera brusca:
- Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca
- Sudoración
- Temblores o sacudidas
- Sensación de ahogo o falta de aliento
- Sensación de atragantarse
- Opresión o malestar torácico
- Náuseas o molestias abdominales
- Inestabilidad, mareo o desmayo
- Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar separado de uno mismo)
- Miedo a perder el control o volverse loco
- Miedo a morir
- Parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo)
- Escalofríos o sofocaciones
Ataques de Pánico, ¿Qué Es y Por Qué Ocurren?
Los pacientes llegan a nuestros consultorios relatando episodios de terror y síntomas de ataques de pánico que localizan en su cuerpo. Muchas veces se preguntan ¿qué es un ataque de pánico? y ¿por qué dan ataques de pánico?. Al consultar al médico, buscar en Internet o leer algún texto, luego de constatar cuáles de estos malestares tienen, creen aliviar su inquietud: “…tengo ataques de pánico…” nos dicen.
La medicina, para quienes es incomprensible la angustia, no por incompetencia, sino porque no incumbe a su campo de acción, opera sobre los ataques de pánico clasificando y se limita a describir sus sintomatologías o, a lo sumo, a medicar.
Asistimos a una época de “homogenización del sujeto”, es decir, —para todos igual—, perdiéndose así la particularidad de la historia que cada uno porta. Ellos vienen y nos dicen: “…estoy con ansiedad, ¿no me da algo para tomar?…”; entonces: Rivotril para todos. Pero, ¿y del sujeto qué? ¿Cuál es la posición que asume respecto de su deseo?
Pareciera que estaríamos ante una epidemia de ataques de pánico y ansiedad, una epidemia de esta época de incertidumbre, en la cual más que de “pérdida de referentes simbólicos”, creería que se trata más bien de “cambios de referentes simbólicos”, de inconsistencias de ideales sostenibles, desalojos de nuestras posiciones, de nuestros lugares en el mundo.
Incertidumbre que a su vez va acompañada por una certeza, la certeza de que en ese cuerpo algo ocurre, algo sucede y “eso” quieren: “…sacárselo de encima…”, desprenderse de “eso”, que a simple vista a veces aparece y otras veces no, pero no saben cómo desasirse de ella, cómo controlar los ataques de pánico, cómo librarse de esta angustia. ¿Cómo controlar ataques de pánico? o ¿qué hacer en ataques de pánico? son preguntas muy comunes. ¿Alguna pastilla por allí…?
Tratamiento para Ataques de Pánico: Medicamentos y Alternativas Naturales
El Rivotril (nombre que Roche otorga comercialmente al Clonazepam) es un medicamento comúnmente recetado como parte del tratamiento para ataques de pánico y ansiedad. En EE.UU. se distribuye bajo la marca Klonopin. Se trata de un fármaco de tipo benzodiacepínico, con acción depresora del sistema nervioso central y propiedades ansiolíticas y anticonvulsivantes. Aunque estos medicamentos pueden aliviar temporalmente los síntomas de ansiedad y ataques de pánico, no siempre abordan la raíz del problema, y su uso prolongado puede generar dependencia.
Tipos de Ataques de Pánico y Ansiedad: Ataques de Ansiedad y Pánico
Existen diferentes desencadenantes de ataques de pánico, cada uno con características particulares que provocan respuestas variadas en quienes los padecen. Entre estos desencadenantes se encuentran los ataques de pánico nocturnos, que ocurren de forma inesperada durante la noche, y que pueden ser especialmente angustiosos debido a la sensación de vulnerabilidad que surge mientras la persona está durmiendo. También existen los ataques de ansiedad y pánico desencadenados por situaciones específicas, como hablar en público, estar en espacios cerrados, o enfrentar ciertos estímulos sociales que generan un alto nivel de ansiedad.
Además, hay ataques de pánico espontáneos, que no parecen tener un desencadenante claro, lo cual puede aumentar la incertidumbre y el miedo en quienes los padecen. Estos ataques espontáneos suelen ser los más desconcertantes, ya que no permiten anticipar ni evitar las situaciones que los provocan, y pueden llevar al paciente a un estado de constante alerta.
Síntomas Ataques de Ansiedad y Pánico: Cómo Controlarlos y Ayudar
Es importante saber cómo abordar los ataques de pánico y también cómo ayudar a alguien durante un ataque de pánico. La capacidad de escuchar y leer al otro son claves para asistir a alguien durante un episodio, por lo que la comprensión y el apoyo son fundamentales. Los síntomas de ansiedad y ataques de pánico suelen incluir la sensación de pérdida de control, opresión en el pecho, y miedo a perder la cordura.
¿Los Ataques de Pánico Se Curan para Siempre?
Una pregunta frecuente de los pacientes es si los ataques de pánico se curan para siempre. La respuesta es compleja, ya que depende de cada persona, de su historia y de los tratamientos empleados. Los ataques de pánico pueden ser absolutamente desarticulados en el proceso de la terapia, en muchos casos, los individuos logran no volver a experimentar episodios graves. Sin embargo, es fundamental trabajar en la terapia.
¿Qué Hacer en Ataques de Pánico?
Saber qué hacer en ataques de pánico es esencial para poder manejarlos. Desde una perspectiva psicoanalítica, es fundamental recurrrir a un profesional para poder empezar a desarticular estas crisis de angustia, ya que no dejan de ser eso: crisis que necesitan ser abordadas y procesadas. El espacio de la terapia psicoanalítica permite al sujeto elaborar estas crisis y encontrar nuevas formas de posicionarse frente a ellas, logrando así una mejor calidad de vida.
Conclusiones sobre las Crisis de Angustia o Ataques de Pánico
Hoy lo escuchamos por todos lados, como algo novedoso, y que en los últimos años se ha hecho popular en el campo médico con el nombre de «Ataque de Pánico», pero ya Freud en sus textos hablaba del mismo como «Crisis de Angustia«.
La ecuación podríamos proponer que es a mayor incertidumbre mayor angustia, en consecuencia la vía más próspera de “tratamiento” podría ser: a mayor educación, o “psicoeducación”, -algunos parece que lo llaman así-, tendríamos como resultado menor angustia, algo así como un adiestramiento.
Aprendió a reaccionar mal, pues bien reeduquémoslo, enseñémosle; el problema es que no se trata de un saber «yoico», es decir, algo así como: …eso te hace mal, entonces deja de hacerlo…; sino de un «saber no sabido«, de un saber de otra índole, de un saber inconsciente, ¿un saber oculto? ¡No! No hay nada oculto, ni escondido, ni dentro de la cabeza, ni en ninguna localización anatómica en la que se lo encuentre, ni tampoco es necesario bucear en ninguna profundidad; más bien, se trata de un fenómeno discursivo, de un saber que se produce sobre la superficie del discurso, sobre la marcha misma del decir y solo se revela cuando dicha superficie se recorre.
¿Para qué nos puede ser útil este saber? Para sufrir menos; nada más ni nada menos que lo que más daño nos hace, es decir, lo que desconocemos de nosotros mismos…