Terapia Online o En Línea, ¿Empezamos…?

Terapia Online o Terapia en Línea: Un lugar donde romper el silencio

Cuando decides buscar terapia online o terapia en línea, no estás simplemente buscando una consulta más. Estás buscando algo que muy pocos se atreven a enfrentar: un espacio donde finalmente puedas ser escuchado, donde lo que llevas callando por tanto tiempo, lo que te agobia y te pesa, puede encontrar su lugar.

No se trata de “resolver” algo de inmediato ni de encontrar una solución rápida que te saque de tu sufrimiento. No se trata de que alguien te dé respuestas fáciles o fórmulas mágicas para superar tus problemas.

Se trata de enfrentar lo que has estado evitando, de darte el permiso de darle voz a lo que no puedes callar, aunque ni tú mismo sabes cómo empezar a decirlo. La terapia online no te promete el alivio inmediato, ni una cura instantánea a las emociones que te desbordan. Lo que te ofrece es el espacio para mirarlas, para enfrentarlas, para hacerles un hueco en tu vida y dejar que se expresen. Es un lugar donde te enfrentas a ti mismo, a lo que has ignorado, a lo que has reprimido por miedo, por vergüenza o simplemente porque no sabías cómo manejarlo.

Aquí, no tienes que ocultar lo que te duele, ni lo que te avergüenza. Puedes hablar de lo que sientes sin que el espacio físico te limite, sin que las expectativas de los demás te silencien. No tienes que ocultar lo que te duele, ni lo que te avergüenza. Puedes hablar de lo que sientes sin que el espacio físico te limite, sin que las expectativas de los demás te silencien. Está bien no ser fuerte todo el tiempo.

Es el lugar donde puedes dejar de sostenerlo todo, donde puedes romper ese silencio que tanto te pesa. Un lugar donde te das permiso para hablar de lo que nunca te has atrevido a expresar, de las emociones que se han acumulado durante años, tal vez incluso desde la infancia.

La terapia en línea es una oportunidad para romper el ciclo del silencio. No se trata de que todo se resuelva, ni de borrar lo que duele, sino de empezar a poner en palabras ciertos silencios, reacciones, miedos. Es un espacio donde dejas de ser el que guarda para ser el que se permite decir.

No hay urgencia de solucionar todo en una sola sesión, pero sí el compromiso de empezar el proceso. Y ese primer paso es ya un acto de valentía, porque enfrentarte a ti mismo no es algo fácil, no es algo que cualquiera se atreva a hacer. Pero es necesario. En este espacio, no hay expectativas externas, no hay presión de ser quien no eres, ni de tener todo resuelto. Solo existe el compromiso de enfrentar lo que te desborda, de poner en palabras lo que te angustia. Este proceso, aunque doloroso a veces, también es liberador. Porque lo que te agobia y lo que te frena se vuelve menos aterrador cuando puedes nombrarlo, cuando puedes compartirlo.

Se trata de enfrentar lo que has estado evitando, de darte el permiso de darle voz a lo que no puedes callar, aunque ni tú mismo sabes cómo empezar a decirlo.

La Terapia: Un encuentro con lo no dicho

No estamos acostumbrados a escuchar lo que realmente nos pasa. En un mundo que premia la apariencia, nos ocultamos detrás de mecanismos de defensa que no hacen más que ahondar la desconexión. La terapia no es solo una forma de “hablar con alguien”, sino un lugar donde te enfrentas a ti mismo, donde tus miedos y angustias pueden tomar forma y ser finalmente reconocidos.

Pero: ¿La terapia online funciona?

La pregunta no es si la terapia online o a distancia “funciona”. La pregunta es si estás dispuesto a enfrentar lo que has estado negando. Vivimos en una constante huida de lo que no podemos resolver, con la ilusión de que la acción rápida o la solución mágica bastarán. Pero aquí no se trata de eso. Es un espacio donde se te invita a sentarte con la incomodidad, con la angustia y la vulnerabilidad que tal vez has intentado evitar toda tu vida.

Decidir comenzar es un acto que no tiene marcha atrás. La decisión de romper el silencio, de poner en palabras lo que te pesa, es la primera parte del proceso. No se trata solo de cambiar lo que sientes, sino de reconocerlo, de mirar lo que no se ve, de hacer visible lo que te ha estado atormentando.

Pero, y… ¿Es igual de efectiva que la presencial? La respuesta no depende de la tecnología, sino de lo que estés dispuesto a poner en ella. La distancia física no cambia lo que te ocurre. Si decides comenzar, no se trata de que el terapeuta esté al otro lado de una pantalla, sino de tu disposición para enfrentar lo que has estado eludiendo. Las heridas emocionales no resueltas, esas arrastras o que se acumulan a lo largo de la vida, no desaparecen por el simple paso del tiempo.

La terapia online es eficaz no porque sea virtual, sino porque te ofrece un espacio para mirar lo que te incomoda, para sentir lo que has estado evitando, sin escapatorias.

La pregunta es si estás dispuesto a enfrentar lo que has estado negando. Vivimos en una constante huida de lo que no podemos resolver…

Y…: ¿Cómo Funciona?

Es más que una simple videollamada. Es un espacio donde tú y el terapeuta no están compartiendo solo palabras. Las sesiones por teléfono, whatsapp o chat no son menos eficaces que las presenciales, porque lo importante no es el formato, sino el espacio que se crea.

1. 1. Buscar un terapeuta adecuado: No se trata de encontrar a alguien que te diga lo que quieres escuchar. Se trata de encontrar a alguien que te desafíe a mirar más allá de lo obvio.

   2. El compromiso: La terapia online exige algo más que compromiso con el terapeuta. Exige compromiso contigo mismo, con tus propios procesos. No se trata de arreglarte rápidamente, se trata de reconocer que hay algo que necesita ser visto.

   3. La honestidad es clave: La terapia requiere una honestidad brutal, porque no puedes escapar de ti mismo. Hablar, realmente hablar, implica dejar de esconder lo que te duele.

Lo que Necesitas Para Empezar

Comenzar es sencillo en términos logísticos. Solo necesitas acceso a Internet, un espacio donde te sientas tranquilo, y la disposición para estar presente contigo mismo. Es ese compromiso el que marca la diferencia. No importa si lo haces por WhatsApp, chat o videollamada, lo que importa es tu disposición.

Lo que te ofrezco no son soluciones rápidas ni una salida inmediata. Sino un  encuentro, un encuentro a veces incómodo pero necesario. No busques aquí respuestas inmediatas. Busca aquí el lugar donde finalmente puedes reconocer lo que no sabías que necesitabas.

«No te prometo la cura, solo el espacio para que enfrentes lo que siempre has querido evitar»

Empezamos?